jueves, 9 de mayo de 2013

Adiós don Alfredo


Si nuestro Alfredo Landa hubiera nacido en los E.E.U.U. se hubiera ido por la puerta grande, con varios Oscar bajo el brazo y el reconocimiento unánime de toda la industria del cine. Pero nació en España, y lo que le quedó es trabajar como un mulo para hacerse un hueco en el mundo del séptimo arte y el teatro, realizando más de 120 películas y haciendo del LANDISMO (género cinematográfico que intenta aunar la comedia fácil con algunas dosis de erotismo), toda una sella de identidad del actor pamplonés.
Ha sido el actor con mil caras: Castrillo, el contable apocado de "Atraco a las tres", el colérico Armando de "Ninette y un señor de Murcia", o José, aquel ejecutivo atrapado en la emotiva "Las Verdes Praderas", Germán Areta, el duro detective de "El Crack"; cómo olvidarnos del tierno Paco el de "Los Santos Inocentes", el ingenuo bandido Malvís de "El Bosque Animado", el gasolinero cascarrabias de la serie "Lleno, por favor", o el maestro conmovedor de "Canción de Cuna".
La alternativa en la pantalla grande se la ofreció en 1962, José María Forqué, que le dio un papel a sus 29 años en la película "Atraco a las tres" junto a José Luis López Vázquez y Gracita Morales, y consiguió dar la talla en películas como "Cateto a babor", "Vente a Alemania, Pepe","Manolo, la Nuit", "París bien vale una moza", "Lo verde empieza en los Pirineos" o la sensacional "La Vaquilla".

Alfredo Landa habló sin tapujos en su libro de memorias: "Alfredo el Grande" donde no dejó títere con cabeza y criticó con dureza a compañeros de profesión como José Luis López Vázquez, que le llamaban "el morito", y que al robarle un papel en una película de Summers, se llevó sin hablarle durante dos años. O a Gracita Morales que la tachó de ser una mujer caprichosa y déspota; también criticó a Fernando Fernán Gómez, al director Garci, y nunca le perdonó al director José Luis Divildos el que lo contratara para una película y nunca cobrara sus ganancias.
Se apartó en el 2008 de la interpretación debido a sus problemas de salud. En el 2007 le concedieron el Goya de Honor a su carrera y fueron los peores momentos que pasó Landa frente un escenario, ya que se encontraba desorientado y estuvo casi tres minutos balbuciendo y siendo incoherente, sin poder hilar ninguna frase.
Se nos ha ido uno de los grandes actores de nuestro cine y le echaremos mucho de menos.

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